domingo, 21 de marzo de 2010

"NO SEAS INSISTENTE..."

Se me ha aclarado que a veces, y sólo a veces, resulta ocioso y hasta molestoso ser insistente en lo que es correcto, que ser insistente no está bien. La verdad es que no se me presenta ejemplo alguno que corrobore esa situación, al menos esencialmente. Si mamá usualmente me exige y demanda que le ayude más en casa, creo que es correcto ayudarle porque no pide actividad del otro mundo. Lo cierto es que, a pesar de que se me pide hacer una acciòn correcta, puede resultar inùtil y, más bien, fastidioso que me lo exijan constantemente porque ello implica que no lo hago; es decir, se me hace caer en la cuenta de que usualmente no hago lo que debo hacer, lo que es correcto, lo que es querido y por tanto lo que es debido.

En suma, nos molesta (me incluyo porque me pasa bastante) que nos digan que no estamos haciendo lo correcto. Se nos hace sentir como que actuamos equivocados y que, en realidad no tenemos toda la razòn del mundo. Sin embargo, reparo que, eso solo es una interpretación de lo que en realidad se nos dice. De vez en cuando es bueno ser humildes y aceptar que estamos mal; ¿Qué de malo tiene equivocarse?
Sè que quienes me hicieron la aclaración sobre la que comento, habrán tenido sus razones; sin embargo, pienso que lo que se me dijo solo sirve para entender actitudes mas no para justificarlas. Una cosa es que hablemos de la consecuencia "molestosa y ociosa" de la insistencia con que se nos pide hacer lo correcto y otra muy distinta es el sentido real y verdadero con que se nos pide con insistencia hacerlo; en pocas palabras, si se nos insiste en hacer lo correcto es solo porque ello resulta bueno para todos... mas no que se nos quiera joder la vida.

Victor Eduardo Núñez Calderón

* El abuelo golondrina, autor anónimo.

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