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También se me ha dicho que los hombres somos muy fríos y solemos restarle importancia o atención a los hechos. Es decir, en buen romance, el hombre es un tarado que no entiende a las señoritas porque su cabeza anda volando en otro lado; es un distraído y poco caballero, inmaduro y torpe.
Es cierto lo anterior, pero también es cierto la viceversa; es decir, que la dama sea la distraída y el varón el muy sensible o engreído. En suma: Hay de todo en esta villa. Así que ¿Para qué hacernos problemas? Cada quien es como es y como quiere ser. Si se desea se puede actuar de muy caballerito y a la antigua, de lo contrario se puede ser un chico modershno, de esos que ya no son galantes, tiene habla estupida y el trato ni qué decir. (O sino un intermedio entre el antiguo y el modersno)
Creo firmemente que este mundo esta hecho para los que quieren y sólo los que quieren obtienen todo lo que desean. El resto es el resto y no más. Así que quieran mucho y quieran bien, como debe ser y de la mejor manera. Al final queda la satisfacción de hacer siempre lo correcto, lo mejor y haber intentado con alma, vida y corazón hasta mas no poder (como bien dice ese vals hecho rock a la peruana).
Victor
P.d. Hay que saber querer y hay que querer bien; pero además debemos exigir lo mismo, y no menos, porque nosotros también contamos, después de todo la relación es de dos ¿Verdad?